Son lesiones originadas en la mucosa gástrica que se presentan frecuentemente y de manera incidental en las esofagogastroduodenoscopias. Las características endoscópicas y el contexto del paciente son útiles en su evaluación. La historia heredo familiar, el uso de medicamentos, ayuda a la caracterización adecuada de los PG.
Las tecnologías como la magnificación y la cromo-endoscopia vital, ayudan a predecir mejor la histología de estas lesiones. Es importante realizar biopsias para la mejor caracterización del pólipo si el contexto clínico así lo sugiere. Existen indicaciones para tratar estas lesiones y para su seguimiento. Los PG se descubren de modo incidental en aproximadamente el 2% de las esofagogastroduodenoscopias (EGD). La mayoría de los pacientes se encuentran asintomáticos y rara vez presentan complicaciones como sangrado u obstrucción gástrica.
Existen diferentes tipos de PG. De acuerdo con su aspecto endoscópico pueden relacionarse con potencial maligno. Sin embargo, la caracterización histopatológica es la que dictará el potencial neoplásico o el grado de malignidad de los pólipos. Los PG se encuentran hasta en el 5% de las EGD realizadas por diferentes indicaciones. Esta frecuencia oscila entre el 2 y el 7% en la literatura. La mayoría de los casos se encuentran de manera incidental (80-90%).
Al igual que en otras enfermedades gástricas, existen importantes diferencias geográficas en la prevalencia de PG. Las tasas de adenomas y carcinomas gástricos son mucho más altas en el este de Europa y Asia. En las poblaciones occidentales las cifras se acercan al 27% en comparación con 0.5 a 3.75%, respectivamente.