Los simples:
Son un transductor piezo-eléctrico que gira por acción de un motor mecánico.
Los de formación escalonada:
Son en realidad un ensamblaje de varios transductores.
La calidad de la imagen obtenida, se relaciona con la cantidad de ondas reflejadas. Esta cantidad se maximiza si el transductor está perpendicular al tejido blanco. En caso diferente, cuando el transductor esta en posición oblicua respecto al mismo. Una cantidad de ondas van a ser dispersadas y los ecos retornados estarán debilitados o perdidos. Esto se traduce en que las capas de la pared digestiva se ven falsamente engrosadas y de bordes borrosos. Para el caso de estadificaciones de tumores superficiales tendería a producir sobre estadificación.
En los tejidos blandos, al aumentar la frecuencia de la onda enviada, aumenta la absorción de las mismas. Esto se traduce en una disminución de la penetración, aunque como se mencionó anteriormente, también se incrementa la resolución de la imagen superficial obtenida. Los ecos que retornan de mayores distancias, sufren mayores procesos de atenuación por los fenómenos de absorción y dispersión. Esto exige en ocasiones, el uso de amplificadores para poder detectarlos.
En los diferentes equipos, la calidad de la imagen es definida por la Sensibilidad de contraste y la Resolución Espacial. La mejor calidad de imagen se logra en la zona focal, la cual es fija en los endosonógrafos radiales mecánicos (entre 1.5 y 3.5 cms). Por otro lado es variable y ajustable en los equipos de formación escalonada (Phased array). El médico debe ajustar la posición de la punta del equipo para colocar la lesión blanco en el punto focal. Así obtiene una mejor resolución de imagen de la misma. Además, con los equipos de formación escalonada, se puede cambiar la zona focal, con solo presionar un botón del procesador.