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El cuerpo humano es una complejidad de elementos interconectados, dependientes en diferentes medidas los unos de los otros. El sistema nervioso regula las diferentes funciones y para ello delega y se distribuye a lo largo del cuerpo. El abdomen alberga este segundo cerebro (Sistema Nervioso Entérico), encargado de coordinar las actividades propias de la digestión.
Este segundo cerebro abarca una red de casi 100 millones de neuronas que, en gran medida, no son especializadas sino generales. Las neuronas que se encuentran en nuestro cerebro se encargan de regular emociones y procesos cognitivos. Allí se producen aproximadamente el 50% de Dopamina y el 95% de Serotonina del cuerpo. Esto es importante porque los trastornos del tracto digestivo están afectando directamente la conducta.
Este tipo de conductas puede verse en la vida diaria en ciertos momentos precisos. Por ejemplo, cuando una persona que se encuentra bajo mucha presión come algo que le gusta. Esto nos hace sentir bien y reduce el estrés que podríamos estar sintiendo. La comunicación constante entre el cerebro y el ‘SNE’ provoca las nauseas en el estómago que alguna vez hemos sentido.
A pesar de que en algunos círculos de la comunidad científica se niega que el SNE tenga una importancia capital en el control de la conducta y la psicología de las personas, las sustancias que segrega son de vital importancia para el bienestar del cuerpo humano.
Es importante mantener un buen estilo de vida que incluya una dieta adecuada. Los cuidados del sistema digestivo son esenciales para poder garantizar un estado de salud adecuado. A partir de los 40 años debemos tener más cuidado con los alimentos que ingerimos y estar atentos a los controles médicos de rigor.