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Cáncer de páncreas

El páncreas es una glándula localizada detrás del estómago y por delante de la columna. Produce jugos que ayudan a descomponer los alimentos y hormonas que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre. El cáncer de páncreas es la cuarta causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos. Algunos factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de páncreas incluyen:

  • Fumar
  • Sufrir de diabetes por mucho tiempo
  • Pancreatitis crónica
  • Algunos trastornos hereditarios

El cáncer de páncreas es difícil de detectar con anticipación. No causa síntomas de inmediato. Cuando los síntomas aparecen, suelen ser vagos o imperceptibles. Incluyen una coloración amarillenta de piel y ojos, dolor en el abdomen y la espalda, pérdida de peso y fatiga. Además, como el páncreas está oculto detrás de otros órganos, los profesionales de la salud no pueden ver ni palpar los tumores en los exámenes de rutina. Para el diagnóstico, los doctores hacen un examen físico, pruebas de sangre, exámenes de imágenes y una biopsia.

Dado que frecuentemente se detecta tarde y se disemina rápidamente, el cáncer de páncreas puede ser difícil de tratar. Los posibles tratamientos incluyen cirugía, radiación y quimioterapia y terapia dirigida. La terapia dirigida es un tipo de tratamiento en el que se utilizan una variedad de sustancias. Estas pueden identificar y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales.

Los síntomas de los cánceres pancreáticos exocrinos y de los tumores neuroendocrinos son diferentes de modo que se describen por separado. Tener uno o más de los síntomas que se presentaron a continuación no significa que usted tiene cáncer de páncreas. De hecho, es más probable que muchos de estos síntomas sean causados por otras afecciones. No obstante, es importante que un médico le examine para que se pueda determinar la causa y recibir tratamiento de ser necesario.

 

Ictericia y síntomas relacionados

La ictericia se manifiesta a través de la piel y los ojos que se tornan amarillentos. Se presenta como uno de los primeros síntomas en la mayoría de las personas con cáncer de páncreas (y prácticamente todas las personas con cáncer ampular).
La ictericia es causada por la acumulación de bilirrubina, una sustancia verde oscura producida en el hígado. Normalmente, el hígado segrega bilirrubina como parte de un líquido llamado bilis. La bilis pasa por el conducto colédoco hacia los intestinos, donde ayuda a desintegrar las grasas. Finalmente sale del cuerpo en las heces fecales. Cuando el conducto colédoco se obstruye, la bilis no puede llegar hasta los intestinos y el nivel de bilirrubina en el cuerpo se acumula.

 

Dolor de abdomen o de espalda

 

El dolor de abdomen (vientre) o de espalda es común en el cáncer de páncreas. Los cánceres que se originan en el cuerpo o la cola del páncreas pueden crecer significativamente y pueden comenzar a comprimir otros órganos cercanos causando dolor. Puede que el cáncer además se propague a los nervios cercanos al páncreas, lo cual a menudo causa dolor de espalda. Por supuesto, el dolor en el abdomen o en la espalda es bastante común y con más frecuencia es causado por otros padecimientos distintos al cáncer pancreático.

 

Pérdida de peso y falta de apetito

Es muy común que las personas que tienen cáncer de páncreas pierdan peso sin proponérselo. A menudo, estas personas tienen poco o ningún apetito. Si el cáncer presiona el extremo distal del estómago, esto puede bloquearlo parcialmente, dificultando el paso de los alimentos. Esto puede causar náuseas, vómitos y dolor que tiende a intensificarse después de comer.

 

Agrandamiento de la vesícula biliar o del hígado

Si el cáncer bloquea el conducto biliar, la bilis se puede acumular en la vesícula biliar, ocasionando que aumente en tamaño. A veces, un médico puede palpar este agrandamiento durante un examen físico. En ocasiones, el cáncer de páncreas también puede causar un aumento en el tamaño del hígado, especialmente si el cáncer se ha propagado al hígado. Es posible que el médico pueda darse cuenta de esto al palpar el área debajo de la costilla derecha, mediante un examen o que pueda observarlo en los estudios por imágenes.

 

Coágulos sanguíneos

En ocasiones, la primera señal de que una persona tiene cáncer de páncreas es un coágulo de sangre en una vena grande, a menudo en una pierna. A esto se le llama flebotrombosis profunda (DVT, por sus siglas en inglés). Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en la pierna afectada. En ocasiones, se puede desprender un fragmento de coágulo y desplazarse a los pulmones, lo que podría dificultar la respiración y causar dolor en el pecho. A un coágulo sanguíneo en los pulmones se le llama embolia pulmonar. Aun así, tener un coágulo sanguíneo por lo general no significa que usted tiene cáncer. La mayoría de los coágulos sanguíneos se deben a otras causas.

 

Anomalías del tejido graso

Algunas personas con cáncer pancreático presentan una textura irregular del tejido graso debajo de la piel. Esto es causado por la secreción de enzimas pancreáticas que digieren la grasa.

 

Diabetes

 

En pocas ocasiones, el cáncer de páncreas destruye las células productoras de insulina causando diabetes (alto nivel de azúcar en la sangre). Los síntomas pueden incluir sentir sed y hambre, así como tener que orinar frecuentemente. Con más frecuencia, el cáncer puede dar lugar a que surjan pequeños cambios en los niveles de azúcar en la sangre que no causan síntomas de diabetes, pero que aún se pueden detectar mediante análisis de sangre.

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