Las enfermedades gástricas y su influencia psicológica
Existe una relación entre nuestra actividad cerebral y nuestras emociones con el resto de nuestro organismo. Esto resulta patente en muchas de las acciones que llevamos a cabo en nuestro día a día. De la misma manera en que las enfermedades influyen en nuestro estado de ánimo, muchas anomalías psicológicas pueden generar alteraciones a nivel físico. Conocidas como enfermedades psicosomáticas, frecuentemente dadas entre la población femenina, las que ocupan una parte importante de consultas médicas diarias. Uno de los órganos más afectados por este tipo de anomalías va a ser, precisamente, el estómago. Así, las enfermedades gástricas influyen en nuestro estado emocional o psicológico.
El origen de algún trastorno psicosomático estomacal (enfermedades gástricas), suele presentarse en pacientes que afrontan situaciones estresantes. Casos comunes dados en nuestra cotidianidad, los encontramos en el nerviosismo ante un evento importante en nuestras vidas. Estos pueden ser un examen universitario o una entrevista de trabajo.
Muchas veces el tratamiento suele reducirse a la prescripción médica de fármacos. Estos procesos no suelen ser muy efectivos ya que las pacientes tienden a volver a las consultas sin mejoras notables. También va a depender del grado de gravedad de influencia psicosomática sobre los problemas digestivos y estomacales (enfermedades gástricas). En ocasiones, siempre que la patología esté evolucionando hacia una estabilidad crónica, es posible que se recomiende la visita a un psicólogo.